Ha sido de los primeros jabones que nos pusimos a hacer y a partir de ahí fuimos arriesgándonos a probar con otros aceites y otras fórmulas. Este jabón también se puede modificar e ir dándole tu personalidad y tus gustos en cuanto a aromas, puedes utilizar infusiones con plantas aromáticas en lugar de utilizar el agua, crear tus propios oleatos con esas plantas que tanto te gustan e ir añadiendo al final esos aceites esenciales que más le vayan.
Me tengo que preguntar ¿que beneficios quiero para mi piel? y a partir de ahí ir creando nuestro jabón personal.
El aceite de oliva no solo es beneficioso al tomarlo, por sus propiedades para nuestra piel es hidratante ayuda a la regeneración de las células además de ser muy rico en nutrientes, antioxidantes y vitaminas. Nuestra piel se ve expuesta a múltiples agentes externos por lo que es vital la regeneración celular, una estupenda forma de atacar estos efectos es con la utilización diaria de jabón con aceite de oliva.
Al ser rico en vitamina E, el aceite de oliva es un antioxidante natural previniendo la aparición de arrugas en nuestra piel y evitando así la descamación en la zonas te estén más secas. Hace poca espuma pero es muy cremoso y como ya hemos dicho muy hidratante. El jabón más suave.
Nosotros para hacer el jabón utilizamos el proceso en frío, la mezcla de todos los ingredientes se hace sin ninguna fuente de calor externa. Una vez acabado el proceso hay que dejar el jabón curar entre cuatro y seis semanas.
Con la unión de la grasa y la lejía se produce el proceso de saponificación dando lugar al jabón, para poder eliminar toda la sosa es necesario, como ya hemos dicho, el proceso de curado del jabón de cuatro a seis semanas, quedando listo nuestro jabón artesanal de aceite de oliva.
¿Que os parece la experiencia?
Otro día os contaremos como lo hacemos, y cual es el proceso paso a paso.
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