Caería sobre él la noche mas profunda si todo continuase como había quedado la noche pasada. Un respiro, un margen ...pedía sin tener claro cual era la respuesta. Gritos, voces, insultos y amenazas que ataban su corazón y hacia que en un minuto pasasen por su mente todas las imágenes y recuerdos que le atormentaban. El miedo es como la noche, no te deja ver lo que hay alrededor y solo trae frio y malos sueños. Y su mente no dejaba de llorar por lo perdido y lo que veía perder. No quería quedarse solo, porque solo lo perdía todo, hasta el mismo. Ponía todo su anhelo en que al regresar todo estuviese como antes, haría lo que fuera por poder acercarse a ella y besarla de nuevo, que recobrase la calma que también el necesitaba, no importaría lo que le pidiese, se lo daría, soportaría de nuevo todo, sus desprecios y humillaciones, someterse a la vergüenza de sus errores, (me lo tengo merecido...justificaba), pero valdría la pena si de nuevo recobrase la cordura, porque no podía ser otra cosa...Ya era muy de noche, hacia frió, las llaves tintineaban en sus manos temblorosas que buscaban tímidamente la cerradura. Se habría tranquilizado y se dejaría acariciar...pensaba. Y la noche no le dejaba ver.
