A veces, de vez en cuando apartamos la mirada de nuestra meta, a veces porque algo la oculta, una nube, un monte, un árbol
... y corremos más.Queremos volver a la seguridad de saber a donde nos dirigimos y no nos damos cuenta que si nos hemos perdido cuanto mas corremos mas nos extraviamos. A veces es bueno ,al no ver el horizonte parar, mirar el rumbo que han llevado nuestros pasos y orientar de nuevo nuestro camino.No corras, camina sin olvidar a donde querías llegar.
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